PSICOLOGÍA DE LA SUPERACIÓN EN EL DEPORTE PARALÍMPICO
"Jamás dejes que alguien te diga que no puedes hacer algo.
Ni siquiera yo. Si tienes un sueño, tienes que protegerlo.
Cuando la gente no puede lograr algo, te va a decir que tú tampoco puedes.
Si quieres algo, consíguelo. Punto"
EN BUSCA DE LA FELICIDAD (2006)
Corría el año 1904 cuando el primer atleta con una pierna de madera, George Eyser, acaparó seis medallas en unos Juegos Olímpicos compitiendo contra otros deportistas sin discapacidad física alguna. Tras esta inigualable hazaña, tendríamos que esperar hasta 1948 para que viéramos competir oficialmente a varios deportistas con discapacidad, coincidiendo con la inauguración de los Juegos Olímpicos de Verano de ese mismo año. Fue la majestuosa ciudad italiana de Roma la que albergó, en 1960, los primeros Juegos Paralímpicos de nuestra historia. A grandes rasgos, comenzaba a pergeñarse una nueva escuela de deportistas que escribía, con letras de oro, un apasionante capítulo, en la crónica de la humanidad.
Tras las treinta y una medallas conseguidas por atletas paralímpicos españoles en Río (2016), llegamos a las ¡treinta y seis actuales de Tokio 2020! Y la mayoría de nosotros no podemos dejar de preguntarnos acerca del material del que están hechos estos superhéroes y superheroínas del deporte de alta competición. Pero, si nos fijamos bien, los brillantes metales son sólo el eslabón final de una intensa preparación física y psicológica que sucede de puertas para adentro, en el anonimato la mayor parte de las veces y a fuerza de medirse consigo mismos. Estos son algunos de los aprendizajes más importantes y significativos que hemos tenido la suerte de adquirir, observando su notable desempeño:
1.- Ponen el foco en sus capacidades, en aquello que saben hacer mejor y les apasiona, en lugar de en sus carencias: la mejor manera de desarrollarnos y de alcanzar nuestro máximo consiste en reforzar aquellas habilidades en las que somos verdaderamente sobresalientes. Esta es, habitualmente, una de las vías regias que nos conducen a la excelencia. Si esto fuera tan sencillo de poner en práctica, formulémonos la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces nos apuntamos en verano a clases de perfeccionamiento de aquellas materias escolares en las que despuntamos y obtuvimos un sobresaliente, en lugar de las que simplemente reprobamos? Ahí lo dejamos...
2.- No dan una bola por perdida: son perfectamente conscientes de que el éxito se logra partido a partido, coincidiendo en su mayoría con que cada día es una nueva oportunidad para seguir trabajando en aquello que les va a permitir convertirse en su mejor versión. Aunque algo sea difícil, no dejan de acometerlo. Lo que hoy no es posible, mañana puede serlo.
3.- No se sienten mejores, ni peores que nadie: simplemente se esfuerzan y ponen todos los medios para no desviarse de sus objetivos. Su principal acicate consiste en medirse consigo mismos y no con los demás. Los psicólogos denominan a este tipo de motivación "intrínseca" y ésta nace del interior de uno mismo, más allá de los premios y los reconocimientos externos. Como diría nuestro admirado Mahatma Gandhi la alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone ésta, y no en la victoria misma...
4.- Entrenan, entrenan y siguen entrenando: la teoría de los dones innatos es muy interesante y atractiva, pero... ¡quizá para otros! Al igual que el gran Pablo Picasso afirmaba que para cuando la inspiración le llegara, le sorprendiera trabajando, para estos deportistas es exactamente igual. Trabajar duro, centrados y mantenerse constantes son algunas de las bazas que mejores resultados les procuran.
5.- Mantienen un lenguaje positivo consigo mismos de forma sostenida, tratándose con respeto y dedicación: lo mejor de todo es que esto es algo que sólo depende de nosotros. Si no somos capaces de tratarnos con cariño y consideración cuando nos pensamos y sentimos, ¿cómo esperamos tener una vida exitosa y llena de pequeños triunfos?
6.- Celebran sus logros y los ponen en valor: tradicionalmente es frecuente que las personas seamos especialmente críticas con nuestros fracasos e incluso lleguemos a autoflagelarnos por ellos. Sinceramente, ¿cuánto tiempo invertimos a diario en reconocer las cosas que hacemos bien y a felicitarnos por ello?, ¿Cuándo fue la última vez que nos permitimos disfrutar abiertamente de un logro que conseguimos con nuestro propio esfuerzo.
7.- Sienten alegría y gratitud por todo lo que son capaces de hacer y por la vida misma: vivir es una gran aventura en la que sólo nosotros somos sus principales artífices. El gran Leonardo da Vinci, con el escaso conocimiento de la época, opinaba, que quien renuncia a la vida, es porque no se la merece. Nosotros apostillamos que, más allá de la cruel enfermedad que ocasionalmente pueda enturbiar nuestro ánimo (la depresión), la vida se parece más a esa estatua que habita dentro de la roca y que sólo los más avezados escultores son capaces de intuir cuando cogen, por primera vez, su martillo y su cincel.
Suscribimos, a todas luces, las palabras del actual presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco: "Nuestros paralímpicos son ejemplo de superación y valentía para la sociedad española". Y por extensión, del mundo entero. Desde estas humildes líneas nuestras, vaya nuestro más cariñoso y sentido homenaje a todos esos grandes deportistas, referentes todos ellos y ejemplos de fortaleza, tesón y generosidad. ¡Gracias por poner el corazón en todo lo que os proponéis y compartirlo con todos nosotros!
LA CASA DE LA PSICOLOGÍA POSITIVA